domingo, mayo 18, 2008

Como se llama esa cosa?

Me he convertido en esto: Un ser de ojos, manos, piel, sensaciones y no más. Aquel que he llamado el espectador de la vida, ese q está sentado en el banco ahí a un ladito mientras ella corre alrededor, jugando y danzando como si nunca se quisiera dejar atrapar por aquel que la mira fascinado.

Love of my live, don’t leave me, you broken my heart and now you leave me…Bring it back, bring it back, don’t take it away from me, hurry back, hurry back, don’t take it away from me ‘cause you don’t know what it’s mean to me

La piel se me eriza, la sangre se me ampolla cuando pienso… cuando estoy aquí en este estado contemplando como una a una las estrellas explotan en el firmamento mientras yo aquí me pregunto: ¿el sol también explotara? Es allí cuando veo el resplandor y ya no hay tiempo. He muerto. El sudor corre por mi cuerpo y mi mente. Un sueño premonitorio de lo que ha de venir en los próximos años para mí: estrellas que explotan, una tras otra sin explicación alguna.

Somebody, somebody, somebody, can anybody find me somebody to love….

La muerte se ha vencido a si misma

Morir. Acabar con todo esa manada de sentimientos. Ciertamente es muy difícil en mi posición tratar de entender un concepto tan vacuo como la muerte o por lo menos que hay luego de ella. Aparentemente es el fin. Puedo comprender el porqué del desesperado intento de mucha gente por aferrarse a una existencia después de la muerte al hecho de que moriremos. Es tanta la ansiedad por vivir, que muchas veces damos por sentado dos cosas: una, es la vida y la otra en que existe una vida después de la muerte, lo cual entonces no configuraría realmente una muerte, o por decirlo mejor, la muerte se ha vencido a sí misma.