Bajandouno a unoestos adoquines que pavimentan
el caminopuedo sentir el
aireel vientopuedo sentir el
odioel amorcorrer en sus
ojoses la mirada que perturba mi
concienciaes la fe que crei
perdidaes el sueño del que nunca pense
despertarElla me
detieneme preguntacuanto estas por
aca?el vacio rodea todo la
nocheel color que define el
olorel silencio que besa sus
labioses mi ultima
paradaEl valle que recorre las
paredes de mi laberintola brisa ondulante en la
textura de unos parpadostal vez, los
miosClavar el
puñalsentir como la sangre brota en
su hojacomo las gotas resbalan hasta
el pisopurificando una vez mas el
sacrificio del cuarto hombrees su misión, es su
destinoya mi corazón no tiene otro
fin
lunes, marzo 13, 2006
Adoquines
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